Nuestro cuerpo está sometido a constantes tensiones que nos es imposible evitar, como por ejemplo: el trabajo, la casa, deportes, problemas familiares, antecedentes mórbidos, etc.
Razón suficiente para brindarle a nuestro cuerpo la atención necesaria preventiva, para evitar complicaciones que más adelante afectarán tanto su salud como también su economía y hasta afectará a su familia.
La recomendación de un tratamiento quiropráctico preventivo debe ser cada 3 meses.
RECUERDE: "Prevenir es mejor que lamentar"
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